Sánchez-Tabernero: “Un líder actúa con honradez y comunica con eficacia”

El catedrático de la UN presentó el libro 'Gobierno de Universidades. Desafíos, modelos y estrategias'

Alfonso Sánchez-Tabernero en una entrevista anterior. JOSÉ CARLOS CORDOVILLA

PAMPLONA – “Los verdaderos líderes saben dónde quieren ir, actúan con honradez y comunican con eficacia”, sostiene Alfonso Sánchez-Tabernero, catedrático de Empresa Informativa y rector de la Universidad de Navarra entre 2012 y 2022. Así lo destaca en el libro Gobierno de Universidades. Desafíos, modelos y estrategias (EUNSA), en el que analiza en qué consiste la calidad universitaria, qué misión tienen los responsables de los campus, y cuál es el perfil de los buenos gobernantes.

“Desconfío un poco de los líderes carismáticos. Todos tenemos defectos y limitaciones y ningún directivo lo sabe todo. En cambio, en los buenos equipos de gobierno cada uno aporta su experiencia y su perspectiva; las debilidades de unos se compensan con las fortalezas de otros; las conversaciones entre los colegas favorecen la reflexión y ayudan a mejorar la calidad de las decisiones”, afirma en un comunicado remitido ayer por la universidad.

En su opinión, todo gobernante debe actuar con criterio, determinación y empatía, que son como la cabeza, los brazos y el corazón de quienes desempeñan tareas de gobierno. “El criterio sirve para acertar en las decisiones estratégicas; la determinación implica perseverar en el esfuerzo cuando el camino se hace cuesta arriba; y con la empatía se consigue movilizar e inspirar a los colaboradores”, asegura. El catedrático opina que “carecen de condiciones para el gobierno las personas arbitrarias, coléricas, inconstantes o con poco orden mental”. Sostiene que la verdadera “prueba del algodón” consiste en poner a alguien a gobernar, ya que “solo entonces se comprueba si esa persona afronta los desafíos complejos con acierto y serenidad”.

La publicación, resultado de un itinerario personal, en el que se entremezclan propuestas y experiencias sobre los centros de educación superior, se dirige a los responsables de estos centros, pero también a quienes desean conocer la trastienda de los campus: con qué palancas se impulsan los proyectos estratégicos; qué conflictos surgen; dónde se ubican los cuellos de botella o cómo se infunde el espíritu innovador. Tras subrayar que las universidades son “instituciones esenciales para el progreso de la sociedad: educan ciudadanos responsables y producen el 70% de la investigación que se realiza en el mundo”, apunta que el libro pretende ayudar a las universidades a realizar mejor ese cometido tan decisivo.

Aunque son variados los objetivos para lograr la calidad universitaria destaca tres: “Proporcionar a los estudiantes una experiencia de aprendizaje memorable; producir ciencia relevante al servicio de la sociedad; e involucrarse en los problemas más acuciantes del entorno más próximo”.

Entre las características comunes de las mejores universidades cita que dedican muchos recursos a la investigación; un alto porcentaje de sus estudiantes recibe algún tipo de beca o ayuda económica; sus ingresos proceden de fuentes muy diversas; no tienen ánimo de lucro; y sus gobernantes cuentan con un sistema eficaz de recompensas y penalizaciones que les permiten impulsar sus proyectos y prioridades. – Diario de Noticias